
La relación con los abuelos o entre los abuelos y los nietos, siempre es enriquecedora. En la actualidad y con el aumento de la esperanza de vida, un tanto por ciento mayor, que el de hace una década, de los abuelos, sufren algún tipo de demencia.
Por eso es importante tener en cuenta algunas pautas para que nietos y abuelos se relacionan de la mejor manera posible.
Con frecuencia se suele mantener a los nietos ajenos a la situación de sus abuelos con demencia, pero los especialistas recomiendan todo lo contrario al ser positivo tanto para el desarrollo de los niños como para el bienestar emocional de los mayores.
Así lo defiende Andrea Trujillo, psicóloga de BluaU de Sanitas, que anima a fomentar la relación entre los abuelos que padecen algún tipo de demencia y sus nietos.
En su opinión, es especialmente importante involucrar a los más pequeños en las tareas de atención a sus abuelos y “es que, aunque la mayoría de las veces se les suele mantener ajenos a la situación, hacerles comprender qué les ocurre a sus abuelos y cómo deben acercarse a ellos no solo es beneficioso para su propio desarrollo, sino también para mejorar la calidad de vida de los mayores”.
De acuerdo con la especialista estos serían los principales beneficios del contacto entre nietos y abuelos con demencia:
Para las personas con demencia, tener a su alrededor personas que reconocen y a las que quieren, les ayuda a mantener su tranquilidad, felicidad y, por tanto, su salud mental.
Pero para obtener todos estos beneficios es esencial ofrecer a los niños ciertas pautas que les permitan entender cómo deben actuar en cada situación.
Los expertos de Sanitas ofrecen algunos consejos:
Por ello, es esencial enseñar a los pequeños a mantener una actitud tranquila y calmada y evitar elevar el tono de voz.
La demencia se caracteriza por ser una patología que, si bien presenta ciertos patrones comunes, se puede llegar a manifestar de una manera muy distinta en cada persona.
“Asimismo, a medida que avanza la enfermedad los pacientes tienen diferentes necesidades en función del grado de afectación y la velocidad del desarrollo de los síntomas. Es una enfermedad cuya evolución es difícil de prever a largo plazo, hay que tratarla día a día”, señala David Curto, director médico de Calidad e Innovación de Sanitas Mayores.
La complejidad de esta enfermedad genera también un importante desgaste psicológico y emocional en el entorno familiar, por ello es importante contar con las herramientas adecuadas para tratar con ellos y seguir reforzando vínculos familiares entre los abuelos con algún tipo de demencia y sus nietos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas que viven con demencia está creciendo: se calcula que más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia.
Se estima que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050.
La demencia está causada por una serie de enfermedades y lesiones que afectan al cerebro, como la enfermedad de Alzheimer o la apoplejía. Afecta a la memoria y a otras funciones cognitivas, así como a la capacidad de realizar tareas cotidianas.
La discapacidad asociada a la demencia es un factor clave de los costes relacionados con esta enfermedad. En 2019, y según la OMS, el costo mundial de la demencia se estimó en 1,3 billones de dólares.
Se prevé que el costo aumente a 1,7 billones de dólares para 2030, o a 2,8 billones de dólares si se tiene en cuenta el aumento de los costes de la atención.
En 2019, los cuidadores pasaron una media de cinco horas al día proporcionando apoyo para la vida diaria a la persona con demencia que cuidaban; el 70% de esos cuidados fueron proporcionados por mujeres.
Dado el estrés financiero, social y psicológico al que se enfrentan los cuidadores, el acceso a la información, la formación y los servicios, así como el apoyo social y financiero, es especialmente importante.
Una serie de ensayos clínicos infructuosos sobre tratamientos para la demencia, junto con los elevados costes de la investigación y el desarrollo, hicieron que disminuyera el interés por los nuevos esfuerzos.
Sin embargo, y de acuerdo con la OMS, recientemente se ha producido un aumento de la financiación de la investigación sobre la demencia, principalmente en países de ingresos altos como el Canadá, el Reino Unido y los Estados Unidos de América.
Este último aumentó su inversión anual en la investigación de la enfermedad de Alzheimer de 631 millones de dólares en 2015 a unos 2.800 millones en 2020.
Un punto importante de los futuros esfuerzos de investigación debería ser la inclusión de las personas con demencia y sus cuidadores y familiares.
En la actualidad, dos tercios de los países que proporcionan información al Observatorio Mundial de la Demencia «rara vez» involucran a las personas con demencia o no lo hacen en absoluto.
Tomado de https://efesalud.com/abuelos-demencia-pautas-relacion-nietos/