
«El ayer no es más que un sueño; el mañana no es más que una visión, pero el presente bien vivido hace de cada ayer un sueño de felicidad y de cada mañana una visión de esperanza. Por tanto prestemos atención a este día».
Proverbio sánscrito
Para hablar de Arteterapia hemos de tener en cuenta que esta expresión se concibe como la unión de lo cognoscitivo y de lo afectivo, pues el proceso creativo está lleno de vivencias emocionales, – que no son solo el resultado del proceso, sino parte del proceso mismo-, y elementos dinamizadores, que consisten en explorar el potencial del arte en el proceso de la identidad individual.
La Arteterapia es una manera de vivir lo más propio de cada uno, de acercarse a las representaciones de la subjetividad, visualizar las identificaciones, de explorar las “imágenes del inconsciente”. Entendemos que la consciencia, nuestro particular modo de pensarnos, la construcción de la identidad subjetiva, está sustentada en un tejido – lleno de cosidos, retazos, bordados o suturas – de huellas y sensaciones informes que posibilitan el entramado que da lugar a la consciencia y a las identidades que ahí nos formamos.
El proceso de la Arteterapia es como un viaje, en el que nos desplazamos sobre el vehículo de las emociones, con un equipaje ligero, lleno de pequeñas cosas que pertenecen a grandes recuerdos y a huellas inmemoriales. Es un viaje que nos lleva, a través de no siempre caminos fáciles de transitar, hacia la conquista de nuevos mundos, nuevos espacios de vida; nuevos espacios que, aunque desconocidos a veces, no son sino una prolongación amable de nuestra historia, de nuestro modo de ser y entender la vida. Es un recorrido que nos permite avanzar desde lo propio y conocido a nuevos terrenos de prolongación personal…
Asociado a esto, se concuerda en la posibilidad de expresar estados emocionales perturbadores o vivencias negativas que en el contexto terapéutico son utilizadas con diferentes fines: como posibilidad de alivio (catarsis), como posibilidad de reconocimiento que propicie un cambio (insight), o en general como elemento proyectivo que propicia la intervención terapéutica.
En este sentido, el viaje de Arteterapia es ese recorrido que hay entre el pensamiento y el lenguaje, entre la emoción y la consciencia, entre el deseo y la tensión de desear, entre el placer y el displacer, entre el yo y el otro, entre la escritura y el hecho de escribir, entre la obra creada y el proceso de creación y todo ello sostenidos por la presencia y el hacer del Arteterapeuta.
El arte permite expresar sentimientos y emociones que son muy difíciles de expresar verbalmente, y dicha expresión permite sublimar miedos, frustraciones y angustias. Así pues, hay que decir que la Arteterapia no está enfocada únicamente a las personas con un trauma grave o dolor emocional, sino a todo aquel que quiera encontrar un equilibrio interior que le ayude a sentirse mejor.
Hay que entender en la terapia que el arte es como un juego, como la extensión de éste en la madurez, respetando el ritmo del pensamiento personal, donde las pausas y los silencios pueden ser tan importantes como las acciones.
Canalizar emociones a través del Arte puede contribuir a que algunas personas puedan enfrentarse con lo que más les molesta de sí mismas, con lo que más les duele de las vivencias pasadas o con lo que les cuesta asimilar para seguir adelante.
El arte en sí mismo puede ser curativo, ya que, según estudios realizados, el arte afecta al sistema nervioso autónomo, al equilibrio hormonal y a los neurotransmisores cerebrales, ya que genera un cambio en la actitud, el estado emocional y la percepción del dolor, consiguiendo llevar a una persona desde un estado de estrés a otro de relajación y creatividad. Además, parecería ser que las ondas cerebrales al momento de crear son las mismas que las de una persona que se encuentra rezando o meditando.
Por qué elegirla
Muchas de las personas que encuentran una alternativa en el Arteterapia hallan modos originales de encontrarse con aquello que les resulta necesario expresar: desde el dolor por la muerte de un ser querido, a la incertidumbre que originan las actuales condiciones de trabajo, hasta la ansiedad que despierta la llegada de un hijo al mundo.
“Muchas veces se torna muy difícil o demasiado doloroso comunicar con palabras determinados conflictos, sentimientos o traumas. Otras veces, no se encuentran las palabras apropiadas y no es fácil llegar a sanar esas heridas del alma si se mantienen ocultas, sin prestarles atención. Cualquier conflicto de tipo psicológico sólo puede resolverse de forma efectiva trabajando en él”. Edgar Jackson dice lo siguiente: “Lo que importa no es lo que la vida te hace, sino lo que tú haces con lo que la vida te hace”. Palabras más que sabias para empezar a entender la vida como una sucesión de desafíos que es preciso asumir y atreverse a retar, ahora también, con el Arte como aliado.
Las personas se benefician de la Arteterapia en varias formas:
Muchos problemas de ansiedad van emparejados con molestias físicas y disminución de la capacidad respiratoria, en estos casos la coordinación de pincelada con exhalación da resultados sorprendentes.
Se expresan sentimientos que serían difíciles de expresar de otra manera.
Para aquellas personas con baja autoestima, puede suponer una mejora del autoconcepto, a través del dominio de los materiales y de la capacidad de hacer, por ejemplo, en el modelado con arcilla.
Aumenta la confianza en sí mismo y en la vida.
Es de gran ayuda en la reconstrucción interna y en la auto-aceptación, pues al ser el trabajo artístico una auto-representación, el creador se ve reflejado en aquello que ha realizado.
La realización de una obra requiere que la persona esté inmersa en el “aquí y ahora”, en el presente y en lo que hace. Es decir, requiere y propicia la concentración y la atención en el momento presente, en el cual vivimos la experiencia.
También puede ayudar a acceder a las capas más profundas de la psiquis con la liberación de material inconsciente, que posteriormente puede ser contemplado, analizado e incorporado.
Desarrolla herramientas positivas de confrontación.
En el curso de Crecimiento Personal a través de la Arteterapia Gestáltica que ofrecemos en Psicoarte, a través de las distintas disciplinas artísticas como la danza, pintura, escultura y trabajo teatral, etc., emprenderemos el viaje hacia el descubrimiento de uno mism@, potenciando nuestros recursos de manera creativa y divertida, creando un espacio de relajación y crecimiento personal.
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