
El síndrome de Hikikomori proviene de una palabra japonesa que significa estar encerrado, recluido o apartarse del mundo. Este síndrome se caracteriza por el aislamiento social. Se diagnostica si una persona se encierra voluntariamente por un periodo de seis meses o más en una habitación de la que no sale y no mantiene contacto social.
Este trastorno de la personalidad es bastante reciente, fue descrito en el año 2000 en Japón y, aunque la incidencia es mayor en este país donde se calcula que hay 1,5 millones de afectados, también se han dado casos en Europa. En España hay varios descritos.
Se trata de sujetos, casi siempre varones ( 96% ), la mayor parte adolescentes, que se aíslan durante varios meses, incluso años en su habitación. Ya de por si estos adolescentes que se ven afectados son tímidos, introvertidos, con escasas relaciones sociales y que perciben el mundo exterior como peligroso. En ocasiones han tenido malas experiencias o incluso han sufrido bullying, de modo que poco a poco abandonan sus estudios, la escuela o la universidad y también el trabajo.
En los primeros casos de Hikikomori estuvieron presentes las especiales características de la sociedad japonesa, el respeto a la familia y las tradiciones, la reputación y el honor. Además desde pequeños se les inculca la imperiosa necesidad de destacar sobre los demás. En los últimos años se ha incrementado el número de casos, porque unido a esta tendencia está el mundo de Internet, de las pantallas y consolas.
El proceso se va desarrollando poco a poco, comienza cuando se encierran cada vez más tiempo en su habitación, obsesionados por Internet y dejan de relacionarse con los escasos amigos que pudieran tener. A la vez, empiezan a descuidar sus estudios.
A partir de entonces todo lo hacen en casa, pueden salir esporádicamente de la habitación e incluso de su domicilio para hacerse con las cosas que necesitan, pero siempre lo hacen a primera hora de la mañana o a última de la noche para tener el mínimo contacto social. Alteran sus horas de sueño, de modo que por la noche se quedan jugando a video juegos y duermen por el día. Descuidan su higiene y van dejando también de relacionarse con su familia aunque conviven con ella. Pueden llegar a estar años recluidos
Hikikomori va, en muchas ocasiones, asociado con una patología psiquiátrica que puede ser trastorno de ansiedad, afectivo o incluso trastornos psicóticos . No siempre es así, también existe sin estar asociado con un trastorno mental.
La solución siempre pasa por una intervención de los servicios de salud y cuanto antes se diagnostique mejor será el pronóstico.