
En esta ocasión se hace el recuento de lo mejor del año 2021 en el área de psiquiatría:
Uno de los mas importantes sucesos en el 2021 fue la consolidación del uso de esketamina como tratamiento del trastorno depresivo mayor con ideación suicida persistente (MSDI).
A partir de agosto del 2020 se dio la aceptación por parte de la FDA para el uso de la esketamina en trastorno depresivo mayor con ideación suicida persistente. En México, en el 2021 esketamina se acepta en el tratamiento de la depresión resistente.
¿Por qué es importante esto? A lo largo del tiempo, el tratamiento de la depresión se ha basado en un grupo particular de psicofármacos, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (y posteriormente los ISRN). Desde la aparición de este mecanismo, no aparecía ningún mecanismo novedoso para el tratamiento de la depresión resistente.[1] ¿Cuales son sus principales ventajas? La rapidez del efecto, funcionamiento mas intenso y efectividad en la ideación suicida persistente.
También es importante mencionar que la Stanford University está desarrollando nuevos tratamientos con estimulación magnética transcraneal para acelerar su funcionamiento que ha reportado efectividad en 80% de los casos.[2]
A lo largo del tiempo, una de las principales resistencias a los servicios a distancia y los servicios digitales en la salud mental era la necesidad de construir una relación medico paciente uno a uno, en un ámbito psicoterapéutico.[3] Sin embargo ante la llevada de COVID 19 se acelero el proceso de digitalización y gratamente, con la inversión publica y privada contamos con mas recursos y será posible no tener que especificar sobre estrategias de salud mental digital sino solamente de salud mental.
Con la llegada de las vacunas, su distribución y conocimiento de las vacunas, nuestra salud mental se ha sometido a muchas cosas. La desconfianza ante los sistemas, las propias vacunas, el cuestionamiento continuo sobre la seguridad que estas nos brindan o sus efectos se suman a los procesos directos e indirectos relacionados a COVID 19. Esto se suma a las causas directas relacionadas a la neuroinflamación y las indirectas derivadas del contexto social y las medidas epidemiológicas, que han llevado a la población a consecuencias importantes como el consumo de sustancias o la violencia.[4] La salud mental esta en constante cambio ¿Que puede traer el 2022? Nuevas oportunidades, nuevos retos y mas aprendizaje.
Nuevas evidencias han aparecido para el tratamiento de las enfermedades mentales con psicodélicos, particularmente en psilocibina y dietilamida del ácido lisérgico (LSD). La mayoría de los profesionales están abiertos a estas nuevas opciones terapéuticas. Cada vez hay mas avance pero aun existe mucho mas por conocer.[5]
Lo mas importante ha sido la conciencia de la importancia de la prevención del suicido además de la construcción de nuevas herramientas comunitarias para el abordaje del suicidio. Nuevas oportunidades digitales y terapeutidas distintas a los tratamientos hospitalarios.[6]
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Tomado de https://espanol.medscape.com/verarticulo/5908379